domingo, 15 de febrero de 2009

017# Siempre supiste que era especial

Angus, tu pequeño terrier, te ha acompañado durante los últimos tres años en los buenos y en los malos momentos. Cuando estás enfermo en cama, en las tardes de lluvia, cuando ves una peli o te echas la siesta, Angus siempre está ahí, demostrándote más cariño que cualquiera de las parejas que has tenido. Siempre te ha parecido un perro muy especial, como si tuviese "algo". No hace piruetas, no te trae las zapatillas, no se sienta ni te da la patita, pero tú siempre has pensado que no es como los demás.
Y a pesar de que nunca te has creído el rollo religioso cristiano, cuando aquella tarde le miraste el ojal, descubriste lo que le hacía especial.

2 comentarios:

Inmarteee dijo...

Jaaajajajaja, ¡qué bueno!, pero me ha costao hasta que lo he visto... ;)

eL KoProFagO dijo...

El hijo de Dios en el culo de Angus...